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Diálogo Político Copernicus: Cooperación birregional para una gestión del riesgo basada en datos satelitales en América Latina y el Caribe

Diálogo Político Copernicus: Cooperación birregional para una gestión del riesgo basada en datos satelitales en América Latina y el Caribe

El 22 de septiembre de 2025, la ciudad de Antigua (Guatemala) fue escenario de un hito importante para la cooperación birregional entre la Unión Europea (UE) y América Latina y el Caribe (ALC): el Diálogo Político Copernicus sobre Observación de la Tierra para la Reducción del Riesgo de Desastres.   

Organizado por el Centro CopernicusLAC Panamá, este evento de alto nivel se celebró en el marco de la Semana de la Alianza Digital UE-ALC, con el objetivo de reforzar el papel de los datos satelitales como herramienta estratégica para hacer frente a los crecientes retos que plantean los desastres en la región.   

El diálogo fue inaugurado por la Vicepresidenta de Guatemala, S.E. Karin Herrera, y reunió a delegaciones de 14 países, junto con representantes de seis organizaciones regionales y varias organizaciones internacionales, entre ellas organismos de las Naciones Unidas y bancos de desarrollo.

 

La Vicepresidenta de Guatemala, S.E. Karin Herrera, fue recibida por Claudia Herrera, Oficial de Enlace con las partes interesadas del Centro CopernicusLAC Panamá.  

Durante el evento, se hizo hincapié en que los desastres no deben considerarse meros fenómenos naturales, sino el resultado de la interacción entre los riesgos naturales y las vulnerabilidades sociales, económicas y estructurales. En este sentido, se reconoció que la observación de la Tierra, en particular a través del programa Copernicus de la Unión Europea, es un recurso clave no solo para la respuesta a emergencias, sino también para la prevención, la preparación, la recuperación y, sobre todo, el desarrollo sostenible y resiliente.   

Conclusiones clave del diálogo   

A lo largo de la jornada, los debates reflejaron un profundo conocimiento del contexto regional. Se destacó que América Latina y el Caribe es una de las regiones del mundo más expuestas a cadenas de riesgo sistémico, en las que se entrelazan amenazas hidrometeorológicas, geofísicas, ambientales y socioeconómicas. En este entorno, la observación de la Tierra y los ecosistemas de datos abiertos como Copernicus son herramientas clave para el seguimiento casi en tiempo real, la cartografía de las amenazas y las exposiciones, y la evaluación de sus impactos. Esta información permite una toma de decisiones más precisa y fundamentada. 

 

En el evento participaron delegaciones de 14 países y representantes de organizaciones regionales e internacionales, así como partes interesadas de gobiernos, el sector privado, el mundo académico, la sociedad civil y organizaciones técnicas de Europa, América Latina y el Caribe.  

También se reconoció que los beneficios de estos datos van más allá de las aplicaciones técnicas, ya que aportan un valor tangible a la sociedad y al territorio: contribuyen a la reducción del riesgo de desastres, protegen vidas y medios de subsistencia, preservan infraestructuras críticas, salvaguardan los ecosistemas y orientan la inversión pública y privada hacia modelos de desarrollo más resilientes. Para lograrlo, es esencial que los países refuercen sus capacidades nacionales y promuevan la cooperación entre instituciones, garantizando que sus prioridades se aborden adecuadamente mediante el uso eficaz de los datos y servicios de observación de la Tierra.   

Un tema transversal fue la necesidad de integrar la gestión del riesgo de desastres con la acción climática, la planificación territorial y la protección del medio ambiente y los bosques, así como las políticas sociales inclusivas, con especial atención al género, la juventud y los pueblos indígenas. Esta integración debe estar en consonancia con marcos mundiales como el Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres y la Agenda 2030.   

También se hizo hincapié en que el apoyo de las instituciones internacionales, como los organismos de las Naciones Unidas y los bancos de desarrollo, debe estar alineado con las prioridades nacionales y regionales, promoviendo una cooperación más eficaz y contextualizada. A este respecto, se reconoció que la colaboración entre la UE y ALC era fundamental para ampliar el uso operativo de la observación de la Tierra en la región, en particular en un marco de datos abiertos que garantice la interoperabilidad y promueva el uso ético de la información. 

 

Durante la jornada se escucharon las declaraciones de todas las entidades participantes en el Diálogo Político. En estas imágenes: Saskia Carusi (UNDRR) y Francesco Gaetani (PNUMA).  

Otro punto clave fue la necesidad de institucionalizar los servicios de observación de la Tierra a nivel nacional y subnacional. Esto implica establecer mecanismos de gobernanza que promuevan la coordinación interinstitucional y transfronteriza y garantizar que los productos satelitales se integren en los protocolos operativos, las plataformas multisectoriales y los centros de operaciones de emergencia.   

Se hizo hincapié en la importancia de desarrollar, adaptar y ampliar servicios específicos que respondan a las necesidades concretas de la región. Entre ellos, se incluyen los servicios relacionados con la vigilancia de las inundaciones (extensión, frecuencia y profundidad), las sequías, los incendios forestales (incluida la evaluación de las zonas quemadas y su recuperación), los movimientos del terreno, los fenómenos geológicos y la vigilancia agrícola. También se ha señalado que la apropiación por parte de las entidades competentes de los países es un aspecto esencial para su sostenibilidad y eficacia.  

En cuanto al desarrollo de capacidades, se propuso una estrategia integral que incluya formación técnica básica y avanzada, ejercicios de simulación, hackatones, comunidades de práctica y misiones de asistencia técnica. Estas acciones deberían fomentar la participación de universidades, centros de investigación, pequeñas empresas tecnológicas locales y organizaciones de la sociedad civil, ampliando así la base de actores capacitados en la región.   

La cooperación regional también se identificó como una prioridad estratégica, especialmente para promover plataformas de datos compartidas, evaluaciones conjuntas de riesgos y sistemas de alerta temprana interoperables. Con este fin, se propuso intensificar la colaboración con organizaciones como la Asociación de Estados del Caribe (AEC), el Centro de Coordinación para la Prevención de Desastres en América Central y República Dominicana (CEPREDENAC), la Agencia Caribeña de Gestión de Emergencias por Desastres (CDEMA), el Instituto Caribeño de Meteorología e Hidrología (CIMH) y la Comunidad Andina – Comité Andino de Prevención y Respuesta ante Desastres (CAN-CAPRADE), entre otras.  

Además, se destacó la importancia de garantizar que los servicios y soluciones basados en la observación de la Tierra sean aplicables, escalables y se puedan implementar de manera eficaz en los contextos locales. Para facilitar su adopción, se deben promover actividades clave como el desarrollo de programas de formación por fases, hojas de ruta para la transferencia de tecnología y la incorporación de estos servicios en las operaciones institucionales cotidianas. Es necesario establecer normas abiertas, controlar la calidad de los datos, garantizar la interoperabilidad entre plataformas y promover su integración en diferentes niveles de gobierno.   

Otro elemento crucial es la financiación y la sostenibilidad. Se propuso la identificación de mecanismos financieros, asociaciones económicas y planes de colaboración con el sector privado para garantizar la continuidad y la expansión de los servicios prestados por Copernicus. A ello se suma la incorporación de enfoques inclusivos, así como las salvaguardias sociales y medioambientales, la promoción de la participación de las comunidades y la atención a los aspectos de ciberseguridad para proteger los sistemas y datos críticos.   

Por último, los participantes propusieron nombrar un punto focal nacional en cada país para facilitar la coordinación de las futuras acciones de cooperación entre la UE y ALC, así como su seguimiento. Esto permitiría la continuidad de las iniciativas, mejoraría la comunicación entre los actores regionales y europeos y aumentaría el impacto de las políticas públicas en la gestión de riesgos.  

El rol del Centro CopernicusLAC Panamá   

Esta exitosa iniciativa reafirma el compromiso del Centro CopernicusLAC Panamá con la promoción de la cooperación entre las partes interesadas de la UE y ALC en el uso de tecnologías de observación de la Tierra. Al trabajar en estrecha coordinación con socios regionales e internacionales y dentro de la Alianza Digital UE-ALC y los marcos estratégicos de la EU Global Gateway, el Centro no solo permite el intercambio de conocimientos y capacidades técnicas, sino que también impulsa el desarrollo de soluciones concretas y sostenibles adaptadas a las necesidades de cada territorio.   

Los resultados de este diálogo proporcionan una hoja de ruta ambiciosa pero realista para reforzar la resiliencia ante los desastres en los países de América Latina y el Caribe, permitiéndoles aprovechar plenamente el potencial de los datos satelitales para su transformación digital y su desarrollo sostenible.   

Diálogo Político Copernicus: Cooperación birregional para una gestión del riesgo basada en datos satelitales en América Latina y el Caribe